Sobre nosotros
Detrás de Santa Gardenia hay una convicción firme: las personas merecen un servicio honesto, claro y humano.
Nos mueve acompañarte en cada paso importante, ya sea que quieras vender, arrendar, regularizar, tasar o simplemente tener claridad sobre tu propiedad.
Sabemos que detrás de cada gestión hay decisiones importantes, sueños, cambios de vida y, a veces, también incertidumbre. Por eso estamos aquí: para guiarte con profesionalismo, cercanía y compromiso real con tus objetivos.
Mi nombre es Jocelyn, y soy la persona detrás de Santa Gardenia. Creo en los negocios con propósito, en hablar claro y en cumplir lo que prometemos. Bienvenido a una forma distinta de hacer las cosas

La historia de Santa Gardenia
Santa Gardenia nace desde la experiencia de ver cómo el rubro inmobiliario suele repetirse en fórmulas frías, impersonales y poco flexibles. Todo se hace igual, como si las personas fueran números y no historias reales con necesidades únicas.
Después de vivir en carne propia lo difícil que puede ser confiar en un servicio cuando nadie se detiene a escucharte, decidimos crear algo distinto: una corredora de propiedades donde la cercanía, la ética y el profesionalismo no fueran opcionales, sino la base de todo.
Porque creemos que hacer las cosas bien sí importa. Y que el trato humano no está reñido con la excelencia. Así nace Santa Gardenia: para ofrecer un servicio claro, comprometido y con sentido.
¿Por qué elegirnos?
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Somos Marca Registrada
No somos una corredora improvisada. Santa Gardenia es una marca registrada, respaldada legalmente y con una estructura profesional sólida. Tu propiedad está en manos confiables.

Plantamos árboles por cada transacción
Por cada venta o arriendo que gestionamos, plantamos un árbol en la Patagonia. Porque creemos que hacer negocios también puede dejar una huella positiva en el planeta.

Comunicación Constante
Sabemos que vender o arrendar una propiedad puede ser estresante. Por eso, nos comprometemos a mantenerte informado en cada etapa del proceso. Cercanía real, no promesas vacías.

